El estrés es una respuesta natural de nuestro cuerpo ante situaciones de presión o incertidumbre. Sin embargo, cuando se vuelve constante, puede afectar tu bienestar físico y emocional. Aquí tienes algunas estrategias para reducirlo:
- Respira conscientemente: Técnicas como la respiración diafragmática pueden ayudarte a calmar la mente en momentos de tensión.
- Organiza tu tiempo: Planificar tareas y establecer prioridades evita la sensación de agobio.
- Practica ejercicio: Actividades como caminar, nadar o hacer yoga reducen el cortisol, la hormona del estrés.
- Aprende a decir no: Poner límites es clave para no sobrecargarte. No tienes que hacerlo todo.
- Descansa bien: Un sueño de calidad mejora tu capacidad para afrontar los desafíos diarios.
Si el estrés se vuelve incontrolable, buscar ayuda profesional puede marcar la diferencia.